sábado, 18 de julio de 2009

A DIOS ROGANDO… LA BENDICION COMPRANDO.


El día viernes 17 del año en curso los feligreses que se congregan en la iglesia San José Obrero tendrían un encuentro espiritual con nada más y nada menos que el Cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, la temática central del intercambio religioso eran “La solidaridad, el respeto y el amor al prójimo”, gran paradoja si tomamos en cuenta los últimos acontecimientos en Honduras donde el Cardenal ha jugado un papel cuestionable, incluso guardando silencio ante el asesinato que las fuerzas golpistas han ejecutado en contra de ciudadanos del vecino país, incluyendo entre los muertos a un niño, teniendo todos en común el no compartir el golpe que a la democracia del pueblo hondureño le han propinado fuerzas obscuras, todo ello es cuestionable tomando en cuenta que las organizaciones populares que hacen frente al golpe y los muertos a causa de la cruel represión son cristianos y por supuesto hay entre ellos muchos católicos y católicas, aunque es evidente que ellos no cuentan con un capital, apellido o posición suficiente como para poder ser parte de un intercambio “espiritual” con el alto jerarca de la iglesia hondureña.

Volviendo a nuestra patria, el Cardenal Maradiaga combino reunirse con un grupo de feligreses que tenían como característica el no ser de los sectores mas necesitados ni tampoco obreros o madres solteras de esas que luchan día a día, mas bien eran “buenos” cristianos que habían podido pagar el costo del “encuentro espiritual”, pero no contaban con que frente a la iglesia se concentrarían algunos miembros de los Comités Eclesiales de Base, y que desde la calle con un exiguo sonido harían una férrea denuncia del rol jugado por el cardenal en la nación hondureña, los y las manifestantes dejaron claro su desacuerdo por el silencio que Rodríguez Maradiaga ha guardado ante la muerte de cristianos que deberían ser al fin de cuentas parte de su rebaño, el cual debe proteger como buen pastor, pero como decían algunas de las personas ahí presentes “quizá por ser ovejas flacas las que están siendo vejadas por los golpistas, al –Cardenal- le es indiferente”, algo que no pudo pasar desapercibido fue el recordatorio que los integrantes de los Comités Eclesiales de Base hicieron a los participantes de la actividad “pagada” en cuanto a que San Romero de América nunca cobro por una homilía o por tener un encuentro espiritual con los feligreses, también hablaron del Padre Rutilio Grande o de los Jesuitas, esto curiosamente causo malestar entre los que habían cancelado la cuota por su bendición y genero una especie de iracunda reacción al sacerdote que preside la iglesia que curiosamente ha sido bautizada con el nombre de San José “Obrero”, no entiendo como el recordar a San Romero de América y su legado pueden disgustar a cristianos que se autodenominan como católicos, siendo que Romero fue el máximo jerarca de la iglesia en nuestro país, además de ser asesinado por su practica de un verdadero cristianismo.

Al final el intercambio religioso “pagado” con el Cardenal hondureño, el cual no dejo de recordarme la edad media en la cual los ricos le pagan a la iglesia por sus absoluciones y garantizarse un espacio en el “cielo”, no fue llevado a cabo; los organizadores decidieron suspender el encuentro con el jerarca de la iglesia hondureña, los y las integrantes de los comités de base eclesiales manifestaron su desilusión al no poder hacerle ver al Cardenal de manera personal su descontento ante su proceder el cual calificaron de “nada cristiano”, claro los manifestantes se retiraron no sin antes ser reprendidos por el sacerdote que preside la iglesia San José Obrero por haber “obstaculizado su evento” y una que otra santiguacion pagada lanzada por alguna de las señoras de buen ver que habían podido cancelar su participación en el encuentro “celestial”, lo que quedo claro al final es que como bien dice la tonada popular “no basta con rezar” en verdad hacen falta muchas cosas para construir la paz.




Redacción: Sergio Peñate

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