Revolución hecha de hombres,
llena estarás de errores y desvíos,
llena estarás de lágrimas y ausencias,
pero a mí, a los que en tantos horizontes
somos pedazos de América latina,
tú nos comprenderás al término del día,
volveremos a vernos,
a estar juntos carajo,
contra hienas y cerdos y chacales
en cualquier meridiano,
contra tibios y flojos
y escribas y lacayos,
En París, en La Habana o Buenos Aires,
contra lo peor que duerme en lo mejor,
contra el peligrode quedarse atascado
en plena ruta, de no cortar los nudos
a machetazo limpio,
así yo sé que un día
volveremos a vernos,
Buenos días Fidel,
buenos días Haydée,
buenos días, mi Casa,
mi sitio en los amigos y en las calles,
mi buchito,
mi amor,
mi caimancito herido
y más vivo que nunca,
yo soy esta palabra
mano a mano
como otros son tus ojos o tus músculos,
todos juntos iremos
a la zafra futura,
al azúcar de un tiempo
sin imperios ni esclavos.
Hablémonos, eso es ser hombres: al comienzo
Fue el diálogo.
Déjame defenderte
Cuando asome el chacal de turno,
déjame estar ahí.
Y si no lo quieres,
Oye, compadre,
olvida tanta crisis barata.
Empecemos de nuevo,
di lo tuyo, aquí estoy,
aquí te espero;
toma, fuma conmigo,
Largo es el día,
el humo ahuyenta los mosquitos.
Sabes,
Nunca estuve tan cerca
Como ahora, de lejos,
contra viento y marea.
El día nace.
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