Con la certeza, que vendrás a reclamarme... (no como un objeto).
Si no como tu compañero en este combate por la vida, que yo también deseo ser de ti, Recito un sortilegio con la certeza de que eres TÚ, la mujer que quiero me acompañe en este caminar.
Aquí en Cuscatlán, te espero a que hagas de nuevo la ruta que mis ancestros hicieron desde Tenochtitlán... vos sos la materializacón de mi tercer deseo
Desnuda
Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.
Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como un niño perdido
que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.
Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que me nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a las sombras los deseos me ladran.
Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.
El día en que te mueras te enterraré desnuda,
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas
Roque Dalton
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