sábado, 22 de agosto de 2009

"FELICES LOS NORMALES"


Felices los normales, esos seres extraños,
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,

Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,

Los que no han sido calcinados por un amor devorante,


Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,


Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,


Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,


Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,

Los flautistas acompañados por ratones,

Los vendedores y sus compradores,


Los caballeros ligeramente sobrehumanos,


Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,


Los delicados, los sensatos, los finos,

Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.

Felices las aves, el estiércol, las piedras.



Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,


Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.

Que les dejen su sitio en el infierno, y basta....

ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR

domingo, 9 de agosto de 2009

IN MEMORIAM A LAS VICTIMAS DE LA BOMBA ATOMICA (Canción "La Gaviota" de Silvio Rodríguez)





Esta canción de Silvio, fue hecha en tributo a las victimas de la bomba atómica en las Ciudades de "Hiroshima y Nagasaki" que fueron masacrados por el "IMPERIO ASESINO" mientras vivían en la tranquilidad de sus ciudades, cuando ya había concluido "II Guerra Mundial".

Comprobar ortografía
La Gaviota

Composición: Silvio Rodriguez


Corrían los días de a fines de guerra
había un soldado regresando intacto:
intacto del frío mortal de la tierra,
intacto de flores de horror en su cuarto.

Elevó los ojos, respiró profundo,
la palabra cielo se hizo en su boca
y como si no hubiera más en el mundo
por el firmamento pasó una gaviota.


Gaviota, gaviota, vals del equilibrio,
cadencia increíble, llamada en el hombro.
Gaviota, gaviota, blancura de lirio,
aire y bailarina, gaviota de asombro.

¿A dónde te marchas, canción
de la brisa,
tan rápida, tan detenida,
disparo en la sien y metralla en la risa,
gaviota que pasa y se lleva la vida?


Corrían los días de a fines de guerra,
pasó una gaviota volando, volando
lento, como un tiempo de amor que se cierra,
imperio de ala, de cielo y de cuándo.


Gaviota, gaviota, vals del equilibrio,
cadencia increíble, llamada en el hombro.
Gaviota, gaviota, blancura de lirio,
aire y bailarina, gaviota de asombro.


Corrían los días de a fines de guerra,
pasó una gaviota volando
y el que anduvo intacto rodó por la tierra:
huérfano, desnudo, herido, sangrando.

Hiroshima y Nagasaki, crimen de lesa humanidad

Por Roberto Ortiz del Toro
/ sábado 08 de agosto de 2009/ roberto@radioangulo.icrt.cu



Hiroshima
(Ago. 08) Han transcurrido 64 años desde que el gobierno de los Estados Unidos de América lanzara sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki las bombas atómicas al finalizar la Segunda Guerra Mundial, como demostración de su poderío militar para someter a Japón e intimidar a la entonces Unión Soviética.
El seis de agosto de 1945, sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, fue lanzada la bomba atómica Little Boy, como una demostración de fuerza y poderío, acción que provocó la muerte de unas 140 mil personas.

El nueve de agosto, tres días después, era arrojada sobre Nagasaki otra bomba nuclear de mayor poder, denominada Fat Man, aunque debido a la topografía del terreno causó una cifra menor de víctimas, alrededor de 80 mil entre muertos y heridos.

Esos fueron los saldos iniciales de la masacre, pero las generaciones posteriores sufrieron también las consecuencias de ambos bombardeos, debido a los efectos de la radioactividad, y la aparición de enfermedades derivadas de esas explosiones nucleares.

Con esa demostración de poderío Estados Unidos logró su objetivo de someter a Japón al lograr su rendición, y con ello dar por concluida la Segunda Guerra Mundial.

A partir de entonces la carrera armamentista ha tenido un desarrollo arrollador, siempre con los EE.UU. como gendarme internacional en busca de materializar sus afanes expansionistas y establecer sus designios en todos los confines del universo.

Aunque el poder destructivo de las bombas empleadas en Hiroshima y Nagasaki causaron una gran destrucción las armas nucleares existentes en la actualidad superan con creces el alcance y poderío de aquellas, y serían suficientes para destruir al planeta y con ello la existencia humana.

Es por ello que al recordar a las víctimas de Hiroshima y Nagasaki, se impone un llamado a la paz mundial, a detener la carrera armamentista, promover la coexistencia pacífica entre todos los países del mundo, y luchar porque lo acontecido en agosto de 1945, sea solo una pesadilla irrepetible.

Tomado de
http://www.radioangulo.cu