(...) los sectores conservadores de la sociedad salvadoreña idearon la creación de varias universidades privadas con el fin de competir con la que constituía la raíz cultural de la Nación, destrozarla y finalmente hacerla desaparecer, lo que no pudieron lograr.
Aquellos actos de barbarie, y aquel intento ridículo por acallar a la fragua de la conciencia nacional salvadoreña no tenían futuro por una sencilla razón: las raíces no se destruyen y mucho menos, si los pueblos están dispuestos a preservarlas a cualquier precio. (....)
Aquellos actos de barbarie, y aquel intento ridículo por acallar a la fragua de la conciencia nacional salvadoreña no tenían futuro por una sencilla razón: las raíces no se destruyen y mucho menos, si los pueblos están dispuestos a preservarlas a cualquier precio. (....)
Discurso dado el diecisiete de febrero de dos mil once en el Alma Mater por el compañero Pedro Prada, embajador de Cuba en El Salvador.